Las fuertes lluvias que azotan el sureste de Brasil desde el pasado viernes han dejado un saldo de 25 personas muertas y miles de desplazados, según informaron las autoridades ayer domingo.
El estado de Espíritu Santo es el más afectado, con 13 fallecimientos confirmados hasta el momento, todos ellos producto de deslizamientos de tierra en zonas de alto riesgo.
En el estado de Río de Janeiro, las lluvias han provocado 12 muertes, cinco de ellas en la región serrana y las otras siete en diferentes áreas del estado.
Las autoridades mantienen un estado de alerta en ambos estados y activaron los cuerpos de Bomberos y Defensa Civil para atender a la población afectada.
Aunque las lluvias han cesado, las autoridades advierten que existe la posibilidad de nuevos deslizamientos de tierra e inundaciones.
Más de 5,481 personas han sido desplazadas de sus hogares debido a las inundaciones, que han transformado las calles en ríos, arrastrado vehículos, causado daños a las viviendas e inundado cientos de edificios.