Esa fue la súplica que hizo Rosa Emilia Villlalta al meter al bebé de tres meses de su vecina en un maletín, para luego lanzarlo con una cuerda hasta una casa cercana, y así salvarlo de la inundación.
La mujer, vecina de Banasol, en el cantón de Matina, tomó esa decisión porque su casa estaba a punto de ser arrastrada por la corriente del río Chirripó. Eso ocurrió el lunes, cuando la fuerza del río rompió el dique e inundó varias viviendas.
«Yo tiré la ropa que llevaba el bolso, agarré el bebé, lo acomodé, amarré el bolso y ahí va sobre la piola: ¡Agárrenlo! Yo estaba en una lloradera porque no veía el bolso y en eso me dicen: ‘!el bebé está aquí!'», relató Villalta.
Johanna Barboza, madre del menor, afirmó que por un momento pensó que su hijo moriría.