El Papa Francisco almorzó este domingo junto a 1,500 personas de escasos recursos en El Vaticano, como parte de la III Jornada Mundial de los Pobres que la Iglesia Católica celebra este domingo 17 de noviembre.
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Tras finalizar su misa en la Basílica San Pedro su Santidad se movilizó a la Aula Pablo VI de la Santa Sede donde lo esperaban 1,500 comensales y decenas de voluntarios.
El menú consistía de lasaña, nuggets de pollo con crema de champiñones y papas, además de postre, frutas, café, jugos y gaseosas según informó la Oficina de Prensa del Vaticano.
Este es el tercer año que Francisco ofrece este tipo de almuerzos a personas indigentes junto a un grupo de voluntarios de organizaciones caritativas.
Durante la homilia el Papa recordó que la esperanza de los pobres no se frustrará y dirigió su pensamiento a quienes en las diócesis y en las parroquias de todo el mundo han promovido iniciativas de solidaridad para dar esperanza concreta a las personas más desfavorecidas.
Así mismo agradeció a los médicos y enfermeros y que prestaron sus servicios en el centro de salud gratuito que funcionó en la Plaza de San Pedro durante una semana.
Agradezco por tantas iniciativas a favor de la gente que sufre, de los necesitados, y esto debe testimoniar la atención que nunca debe faltar ante los hermanos y hermanas; así mismo pidió oraciones por la indiferencia de la sociedad hacia los pobres.