En Bolivia, la temporada de lluvias ha causado una completa devastación, con un saldo de 39 personas muertas y más de 12,000 familias afectadas desde noviembre hasta la fecha, evidenciando el impacto del cambio climático y fenómenos meteorológicos extremos en el país sudamericano.
Juan Carlos Calvimontes, viceministro de Defensa Civil, compartió que las inundaciones han tocado prácticamente todas las regiones, destacando al departamento de La Paz como el más golpeado por estos eventos.
Pando, hasta hace poco al margen de las afectaciones más graves, vio cómo la ciudad de Cobija sufre debido al desbordamiento del río Acre, marcando un punto crítico en la crisis.
Las lluvias han causado no solo inundaciones sino también deslizamientos y la destrucción de infraestructura vital, dejando tras de sí comunidades destruidas.
En La Paz, el aumento del caudal de los ríos ha provocado deslizamientos y el colapso de viviendas, afectando directamente a alrededor de 3,000 personas y de manera indirecta a unas 10,000, según el alcalde Iván Arias.
Otros incidentes significativos incluyen una riada en Colcha K, Potosí, y la crecida del río en el municipio de Palca, La Paz, que han causado innumerables destrozos.
Ante esta situación de emergencia, el presidente Luis Arce ha ordenado el despliegue de fuerzas militares para asistir en la evacuación de las familias y sus bienes, mostrando un esfuerzo coordinado para mitigar las consecuencias de esta temporada de lluvias excepcionalmente dura.