Esta masacre representa uno de los ataques más letales desde abril de 2023 y provocó el rechazo de organizaciones por los derechos humanos.

Al menos 52 personas, incluidos 33 niños y cuatro mujeres, murieron en un ataque atribuido a las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) contra una guardería infantil en la región de Kologi, provincia de Kordofán del Sur, en el sur de Sudán, según informó la Red de Médicos de Sudán.