Bolivia bajo agua con 52 muertos y medio millón de familias atrapadas

En Bolivia están pasando una situación angustiante con el agua que no para de caer desde noviembre del año pasado. El Gobierno boliviano informó este domingo que ya son 52 las personas que han perdido la vida y más de 452,000 familias están sufriendo los estragos de estas lluvias que, según el Servicio Nacional de Hidrología y Meteorología, son las más intensas que ha visto el país en 40 años.

El ministro de Defensa boliviano, Edmundo Novillo, contó a los periodistas que estas lluvias han pegado duro en 4,971 comunidades repartidas en los nueve departamentos que tiene Bolivia. «La magnitud del desastre nos obliga a actuar con rapidez y coordinación«, dijo el ministro mientras explicaba todas las medidas que está tomando el gobierno para atender la situación.

Aunque toda Bolivia está sufriendo, hay lugares que la están pasando peor que otros. Los departamentos de La Paz, en el oeste; Chuquisaca, en el sur; Cochabamba, en el centro; Santa Cruz, en el este; y Potosí, en el sudoeste, son los que han recibido el golpe más duro de la naturaleza.

La cosa está tan seria que el pasado 26 de marzo el Gobierno boliviano tuvo que declarar emergencia nacional. Esto les permite pedir ayuda a otros países y mover recursos más rápido para atender a todas las personas afectadas.

Y no es para menos. Las consecuencias de tanto temporal han sido catastróficas: Casas destruidas, cultivos arrasados como si hubiera pasado un tractor, cientos de animales muertos y pueblos enteros que quedaron aislados porque los puentes y carreteras se cayeron o quedaron bajo el agua.

El ministro Novillo fue bien claro al decir que Bolivia, al igual que otros países de la región, está enfrentando los efectos de una crisis climática global, un «fenómeno irreversible». Por eso, pidió que se refuercen todas las medidas para prevenir futuros desastres.

También advirtió que el número de muertos podría seguir subiendo en los próximos días, ya que todavía hay ocho personas que nadie sabe dónde están. Ojalá aparezcan con vida, pero con cada día que pasa las esperanzas se van haciendo más pequeñas.

El golpe a la economía boliviana también ha sido durísimo. Las lluvias han dañado 64,000 hectáreas de cultivos y han afectado a 352,628 cabezas de ganado que se están quedando sin comida porque los pastizales están todos inundados.

El ministro de Desarrollo Rural y Tierras, Yamil Flores, explicó el jueves que esas 64,000 hectáreas de cultivos dañadas representan el 2.2 por ciento de toda la superficie agrícola del país. Puede sonar poco, pero para las familias que viven de esos cultivos es una tragedia completa.

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