Autoridades federales arrestaron en Florida a un hombre de 29 años con relación al incendio de Palisades que terminó con la vida de 12 personas en California, así lo informó este miércoles el Departamento de Justicia de Estados Unidos en una conferencia de prensa. Jonathan Rinderknecht fue arrestado el martes y es acusado de iniciar maliciosamente lo que se convirtió en el incendio de Palisades, ocurrido en enero pasado, marcando uno de los casos más graves de piromanía en la historia reciente de Los Ángeles.

Se espera que Rinderknecht comparezca hoy ante el Tribunal de Distrito Central de Florida, estado donde residía después de mudarse desde California, tras los devastadores incendios que azotaron la región californiana. De acuerdo con las autoridades, el hombre provocó un incendio el día de Año Nuevo que ardió lentamente durante días y fue avivado por fuertes vientos en la mañana del 7 de enero.
El acusado había establecido su residencia en Florida después de los eventos de enero, pero las investigaciones federales lograron rastrearlo hasta su nueva ubicación para proceder con su captura por este grave delito que causó múltiples víctimas y destrucción masiva.
Evidencia digital clave
Entre las pruebas recopiladas de sus dispositivos digitales se encontraba una imagen generada en ChatGPT que mostraba una ciudad en llamas, declaró el fiscal federal para California, Bill Essayli. Esta evidencia digital resultó crucial para establecer la conexión entre el sospechoso y su presunta intención de provocar incendios.

«La denuncia alega que la imprudencia de una sola persona causó uno de los peores incendios que Los Ángeles haya visto jamás, causando muertes y destrucción generalizada en Pacific Palisades«, aseguró el fiscal en un escrito, destacando la magnitud del daño causado por las acciones de una sola persona.
Según una declaración jurada presentada con la denuncia, las autoridades determinaron que el incendio de Palisades era «remanente», una continuación del incendio de Lachman que comenzó temprano en la mañana del día de Año Nuevo de 2025. Si bien el incendio fue sofocado por los bomberos rápidamente, siguió ardiendo bajo tierra sin que nadie lo supiera hasta el 7 de enero cuando fuertes vientos hicieron que saliera a la superficie y se propagara.
Esta característica del fuego subterráneo explica cómo un incendio aparentemente controlado pudo reactivarse días después con consecuencias devastadoras para la comunidad de Pacific Palisades.
Comportamiento sospechoso antes del incendio

En un comunicado, las autoridades señalaron que horas antes del inicio del fuego, Rinderknecht trabajaba como conductor de Uber y dos de sus pasajeros señalaron que se encontraba «agitado y de mal humor». Tras dejar a un cliente en Pacific Palisades, donde él también residía, fue al sendero Skull Rock, grabó videos, escuchó una canción cuyo video mostraba cosas incendiándose y caminó por la zona.
Poco después se detectó el inicio del fuego y, aunque intentó llamar al 911, no logró comunicarse de inmediato, lo que levantó sospechas adicionales sobre su comportamiento durante los momentos críticos del inicio del incendio.
Rinderknecht huyó del lugar en su vehículo y luego regresó para observar el incendio y grabarlo nuevamente. Más tarde mintió a las autoridades sobre su ubicación, pero los datos de su iPhone demostraron que estaba a solo 9 metros del punto de origen del fuego, contradiciendo completamente su versión inicial de los hechos.
Esta evidencia tecnológica resultó fundamental para que los investigadores pudieran establecer con precisión la presencia del sospechoso en el lugar exacto donde se originó el incendio que posteriormente causaría múltiples muertes y destrucción masiva.
Las agencias federales no descartaron presentar más cargos en los próximos días contra Rinderknecht, incluidas acusaciones de homicidio. El incendio de Palisades, el más violento de un conjunto de fuegos que devastaron grandes vecindarios en enero pasado en Los Ángeles, arrasó casi 9,500 hectáreas y quemó más de 6,000 estructuras.
En total, los incendios de Los Ángeles se saldaron con 31 muertos, convirtiendo este evento en una de las tragedias más graves en la historia reciente de California. Las autoridades continúan evaluando la evidencia para determinar si corresponde presentar cargos adicionales que reflejen la magnitud del daño causado por las acciones del acusado.