La aerolínea American Airlines y su casa matriz, el holding AMR, anunciaron este martes que se amparan en la ley de quiebras, aunque mantendrán sus operaciones normalmente, gracias a una disponibilidad de efectivo de 4.100 millones de dólares.
En un comunicado, la aerolínea -cuyo presidente ejecutivo renunciante Gerard Arpey será replazado por Thomas Horton- explicó que la reorganización que emprenderá, en el marco del capítulo 11 de la ley de quiebras estadounidense, le permitirá reducir consistentemente sus costos de funcionamiento, principalmente en materia salarial.
El anuncio fue realizado luego de que American Airlines se jactara el mes pasado de ser una de las pocas grandes compañías de Estados Unidos que no se han declarado recientemente en bancarrota.
Sin embargo, el mercado llevaba mucho tiempo estimando que el grupo podía verse obligado a tal extremo por no haber podido obtener de sus pilotos las concesiones salariales suficientes para sanear sus cuentas.
Los pilotos de American Airlines sostienen haber puesto suficiente de su parte, haciendo importantes sacrificios financieros durante la crisis anterior, en 2003, cuando el grupo era el líder mundial del sector.
American Airlines ha asegurado que continuará su funcionamiento normal y que sus clientes seguirán recibiendo los servicios a los que están acostumbrados. El grupo, que ha invertido mucho dinero para renovar su flota, sin embargo, no dijo nada del destino de la enorme orden de compra de 460 aeronaves (260 Airbus A320 y 200 Boeing 737) anunciada en julio.