La cantante Mariah Carey subió el pasado lunes al escenario del Beacon Theatre de Nueva York para ofrecer el primero de seis conciertos que ofrecerá en la ciudad durante las fiestas navideñas, pero la diva tuvo un estreno muy accidentado que incluyó más de un percance de vestuario.
La intérprete -quien se separó de su esposo, Nick Cannon, a principios de 2014- eligió para la ocasión un vestido rojo y unas impresionantes joyas, pero su sofisticado atuendo sufrió un pequeño contratiempo durante el espectáculo -en el que interpretó el clásico «All I Want for Christmas Is You»- al perder uno de sus zapatos, por lo que acabó concluyendo su actuación con el tacón de un zapato en una mano y el micrófono en la otra.
Además, Mariah -madre de los gemelos Moroccan y Monroe (3)- no pudo evitar echarse a llorar al interpretar su famoso sencillo «Hero». Sin embargo, sus lágrimas no duraron demasiado, ya que la artista tuvo que interrumpir su actuación cuando el monitor de su micrófono atado a su espalda se desprendió de su vestido entallado por culpa de su excesiva sudoración.
«¿De verdad? ¡Paren! ¡Lo siento! ¡Corten, corten!», exclamó Mariah a mitad de su famosa canción antes de pedir a un asistente que le colocara de nuevo el aparato, un proceso durante el que aprovechó para bromear con su público y librar de toda culpa a los encargados de sonido: «No es culpa suya, ¡es por el sudor!».