La intérprete -quien se separó de su esposo, Nick Cannon, a principios de 2014- eligió para la ocasión un vestido rojo y unas impresionantes joyas, pero su sofisticado atuendo sufrió un pequeño contratiempo durante el espectáculo -en el que interpretó el clásico «All I Want for Christmas Is You»- al perder uno de sus zapatos, por lo que acabó concluyendo su actuación con el tacón de un zapato en una mano y el micrófono en la otra.
Además, Mariah -madre de los gemelos Moroccan y Monroe (3)- no pudo evitar echarse a llorar al interpretar su famoso sencillo «Hero». Sin embargo, sus lágrimas no duraron demasiado, ya que la artista tuvo que interrumpir su actuación cuando el monitor de su micrófono atado a su espalda se desprendió de su vestido entallado por culpa de su excesiva sudoración.
«¿De verdad? ¡Paren! ¡Lo siento! ¡Corten, corten!», exclamó Mariah a mitad de su famosa canción antes de pedir a un asistente que le colocara de nuevo el aparato, un proceso durante el que aprovechó para bromear con su público y librar de toda culpa a los encargados de sonido: «No es culpa suya, ¡es por el sudor!».