La Policía española está buscando un martillo con el que el ecuatoriano de iniciales N.A.C.T., de 43 años, asesinó a su esposa nicaragüense Erica Vanessa Reyes Álvarez, de 22 años, en el municipio de Utrera, en la provincia de Sevilla, España, la mañana de ayer lunes.
El sudamericano fue capturado la tarde de ayer en un hostal de la misma localidad de Utrera, donde se había escondido después de cometer el crimen, que fue catalogado como de “violencia machista”, por la Guardia Civil.
La pinolera murió como consecuencia de varios golpes que recibió en la cabeza con un objeto contundente tipo martillo, informaron fuentes ligadas a la investigación.
Los golpes estaban repartidos en varias zonas de la cabeza de la víctima, añadieron las fuentes, las que precisaron que no se hallaron otras heridas en el cuerpo de la mujer.
El cadáver de Erica Vanessa fue encontrado por su hermana mayor Ana Marjorie Reyes, dentro del cuarto que habitaba junto a su cónyuge ecuatoriano, con quien estaba en proceso de separación.
La infortunada era originaria de la comunidad Talolinga, situada a 30 kilómetros del municipio de Nueva Guinea, Caribe Sur, de Nicaragua y llevaba un año viviendo en España junto a su hermana Ana Marjorie.
En Nueva Guinea, la joven Erica dejó un niño que no era su hijo, pero lo había criado como tal en los últimos años.
Tras el brutal crimen de la nicaragüense, el Ayuntamiento de Utrera decretó un día de luto oficial.
“Ese un acto vil, un asesinato que acaba con la vida de una mujer que apenas ha comenzado a vivir su juventud”, expresó la alcaldesa municipal en funciones, Consuelo Navarro.