En el Centro de Salud Adelina Ortega se rindió ante la muerte este martes, el señor Héctor Geovanny Hernández, de 48 años, tras ingerir tabletas fosfina en la casa que habitaba en la comarca Malecón número 2, de Santa María de Pantasma, Jinotega.

Pobladores de la zona informaron que luego de que Hernández fue auxiliado de emergencia por miembros de los Bomberos Unidos, que lo trasladaron al centro de salud, donde se rindió ante la muerte pese a los esfuerzos por salvarlo.
Vecinos de la zona afirmaron que Héctor Hernández decidió privarse de su existencia en medio de una severa crisis emocional, por un luto que no pudo superar.
Hernández se hizo conocido semanas atrás después de que en estado de ebriedad sacó de su tumba el cuerpo de su hijo, Héctor Armando Henández, de 17 años, fallecido en un accidente de tránsito.
En esa ocasión, el hombre caminó de noche con el cadáver en hombros hasta el corredor de la casa de un amigo, en donde lo sentó en una silla y se puso a hablarle.

Al escuchar bulla en su corredor, el amigo de Héctor salió a ver y le preguntó qué hacía, recibiendo como respuesta que había sacado a su hijo de la tumba porque tenía frío.
Poco después, personal de salud y las autoridades procedieron a sepultar de nuevo el cuerpo que ya estaba en descomposición, para evitar una epidemia.
Ahora fue Héctor quien tomó la equivocada determinación de acabar con su vida.
