El preso que hace unos días le arrancó un dedo a otro detenido y se lo tragó en una prisión de Nápoles, en Italia sigue en una celda a esperas de ser llevado a hospital psiquiátrico, como dispuso la autoridad judicial por haber cometido «actos de canibalismo».
El suceso fue protagonizado por un preso de Mali con graves problemas mentales, que durante una pelea con su compañero de celda le arrancó un dedo de un mordisco y después se lo tragó, tras lo cual el juez decretó que fuera trasladado a una estructura psiquiátrica.
El martes 10 de septiembre, también en esa región del sur de Italia, un preso de la zona de psiquiatría de la cárcel de San Angeo de Lombardi agredió al personal con patadas y puñetazos y causó daños significativos en la estructura, según los medios locales.
Hasta el momento las autoridades no han proporcionado ningún tipo de información.