El individuo Justiniano Ramos Fernández, de 43 años, fue condenado a 17 años y medio de prisión por haber causado la muerte de su señora madre Felícita Fernández, de 86 años.
Los lamentables hechos ocurrieron en la comunidad El Ocotal, a 10 kilómetros de la ciudad de Matagalpa, el 18 de febrero del 2020.
Inicialmente el sujeto había sido señalado del parricidio de su mamá porque supuestamente la había golpeado con piedras en la cabeza, sin embargo Medicina Legal determinó que la señora no tenía heridas sino que había muerto por un infarto.
Ante esta situación, Ramos sólo fue acusado en la audiencia preliminar por amenazas contra la mujer y fue dejado en prisión preventiva, hasta que a finales de marzo comenzó el juicio en su contra.
La acusación detallaba que el hombre llegó borracho a su casa la noche del 17 de febrero del año pasado, por lo que su madre se fue donde una vecina, a pedir le diera donde dormir, ya que tenía miedo que la agrediera.
La vecina le dio café con pan a doña Felícita y la señora se durmió al poco tiempo, pero a las 11:00 de la noche Justiniano llegó hasta la casa de la ajena, comenzó a tirar piedras y a gritar que sacaran a «esa vieja hija de la gran… » porque la iba a machetear.
Mientras gritaba, el hombre sonaba un machete en el suelo y luego comenzó a tumbar la puerta de la vecina, por lo que la anciana se salió calladita por la parte trasera de la casa, se enredó en un alambre, se cayó y minutos después fue hallada muerta debido al infarto.
En el inicio del juicio, por los delitos de intimidación y amenazas contra la mujer, Justiniano admitió los hechos sin embargo la Fiscalía pasó a declarar a varios testigos para que el juez William Montalván recalificara el delito.
En el juicio también declaró la forense Hazel Blandón, quien explicó que el infarto fue al miocardio y el desencadenante fue el hecho de violencia.
Fue de esa manera que el juez Montalván estableció en su sentencia que «si el acusado no hubiera llegado a la casa de la vecina buscando a su madre para matarla, ella no hubiera sufrido el infarto que le produjo la muerte», por lo que recalificó el delito como parricidio e intimidación y amenazas contra la mujer.
Ramos fue enviado a cumplir su condena en el Sistema Penitenciario de Waswalí, en Matagalpa, y la sentencia expirará provisionalmente el 19 de agosto del año 2037.