Los pobladores de Camoapa, en el departamento de Boaco, aún no se explican los motivos que tuvo la mujer de iniciales M.I.L., de 36 años, para matar de una puñalada en el cuello a su hijo “Marquitos”, de 8 añitos, la madrugada del pasado 2 de abril.
Tras cometer el parricidio, la fémina se hirió el cuello con el mismo cuchillo con que cometió el crimen y después de varios días ingresada en el hospital Regional Asunción, de Juigalpa, Chontales, fue dada de alta tras sanarle las heridas cerca de la yugular, muñecas y rostro.
Quería suicidarse
Cazadores de Noticias cercanos a la fémina dijeron que días antes del crimen la autora del parricidio se comunicó con su familia y vía telefónica les confesó que supuestamente se quería suicidar, pero antes acabaría con la vida de su hijo, amenaza que no creyeron que cumpliría.
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Según la información recabada por los Cazadores de Noticias, la mujer cometió el parricidio a la 1: 30 de la madrugada mientras “Marquitos” dormía plácidamente en su cama y ella se hirió el cuello hasta las 6 de la mañana.
Tío descubrió el parricidio
Lugareños dijeron que la mañana del 2 de abril, un tío paterno del menor, al no escuchar ni a su sobrino, ni a su ex cuñada andar en el patio como de costumbre, fue a abrir la casa donde se registró el parricidio y al entrar a la habitación de “Marquitos” lo encontró muerto en la cama y a su progenitora sentada en el piso y con abundante sangre en el cuerpo.
“La esposa del tío del niño le dijo a la mujer que se arrepintiera porque había matado a su propio hijo, pero ella solo movió la cabeza de manera desorientada para decir que No”, aseguraron lugareños.
¿Consumía drogas?
Por su inexplicable proceder, habitantes del barrio San Martín, de Camoapa, creen que la autora del crimen consumía algún tipo de drogas, pues uno de sus familiares cercanos tiene adicción a dichas sustancias alucinógenas y presumen que la indujo al vicio.
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A pesar de haber sido dada de alta, hay personas que aseguran que la mujer aún no sabe que asesinó a su hijo, por lo cual será llevada periódicamente por sus familiares al hospital Regional de Juigalpa donde se le brindará atención psicológica.
Sacó al niño de clases
Habitantes de la zona también aseguraron que la mujer retiró la matricula del menor 15 días antes de quitarle la vida, aduciendo que se iría a vivir a la casa de su madre en la comunidad Murra Arriba, en Camoapa.
El menor fue sepultado por su familia paterna, reconocidos ganaderos de la zona, en la comunidad Murra Arriba, mismo lugar donde hace 10 años aproximadamente también había muerto un hermano de “Marquitos” al ser arrastrado por un caballo.