Marcela Maravilla Suazo, de 23 años de edad, quedó con los dos ojos morados, la boca reventada y varios moños de pelo menos, al ser agredida por su comadre en las afueras de la cantina “Écheselo Grande”, ubicada en la ciudad de León.
Según testigos, una mujer desconocida aguardaba en las afueras de la cantina leonesa, y al ver salir bien “maiceada” a Marcela Maravilla, se le abalanzó a “pijazos”.
Otros adoradores del dios Baco, al ver como agarraban como “piñata” a la “Marcelita”, salieron en su auxilio hasta impedir que su agresora siguiera dándole “trompones y patadas”.
La agresora huyó del lugar bordo de una moto roja que era conducida por otro desconocido, dejándole claro a su comadre que “la próxima vez que vuelva a verla con su marido, le va a dejar la cara como papaya rayada”.