El médico anestesista brasileño Giovanni Quintella Bezerra, de 32 años, fue detenido tras haber sido grabado mientras introducía su miembro viril en la boca de una embarazada mientras le practicaban una cesárea.
Este bochornoso caso ha generado una ola de repudio en la sociedad brasileña mientras varias de sus pacientes sospechan que pudieron ser víctimas de este monstruo.
La víctima fue identificada como Thamires Souza Reis da Silva Ribeiro, de 23 años, quien el pasado 5 de julio fue al Hospital de la Mujer Heloneida Studart a dar a luz a sus gemelos.
Uno de sus bebés nació de manera natural pero con el segundo tuvo que ser sometida a un procedimiento de cesárea urgente; el niño nació prematuro y lamentablemente falleció al día siguiente.
La joven explicó al diario brasileño O Globo que estaba tan sedada que no pudo presenciar el parto ni mucho menos conocer a su segundo hijo.
Sus familiares aseguraron que al salir de la sala tenía manchas blancas en su rostro y ahora sospechan que pudo ser restos del semen del médico.
Me di cuenta cuando llegó al cuatro que tenía algunas manchas, no sabía de qué eran. La cara de mi hija estaba pegajosa y brillante … Incluso pensé que era un medicamento que le habían puesto, relató la mamá de Thamires.
Enfermeras muy valientes
El caso se destapó gracias a que las enfermeras del grupo que trabajaba con el anestesista instalaron una cámara oculta ya que sospechaban del hombre porque aplicaba demasiada anestesia a sus pacientes.
Además comenzaron a notar la manera extraña en que Bezerra se movía detrás de la sábanas que lo separaban del resto de los galenos en la sala. Así mismo solicitaba a las parejas que saliera de la sala de parto.
En la grabación se muestra a Bezerra, a menos de un metro de sus colegas, abusando de la paciente. Al terminar, limpia a la víctima con un pañuelo para ocultar las huellas.
Un caso muy insólito
La comisaria del caso Bárbara Lomba dijo estar muy horrorizada por este caso. Jamás había visto algo así en mis 21 años de carrera policial y eso que estamos acostumbrados a ver mucha violencia y atrocidades, declaró.
Ahora Giovanni Quintella Bezerra ha sido acusado formalmente por violación de una persona vulnerable y podría ser sentenciado a una pena de entre 8 y 15 años de prisión, según las leyes de Brasil.
Actualmente la policía brasileña está investigando si abusó de otras dos embarazadas a las que atendió el mismo día en el que fue descubierto in fraganti; o en otros procedimientos que realizó durante los dos meses que trabajo en dicho hospital.