La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas adoptó este miércoles una resolución para exigir el fin de la ocupación de los territorios palestinos por parte de Israel, con 124 votos a favor, 14 en contra y 43 abstenciones.
Para apoyar esta resolución, como todas las de la Asamblea, se requería de una mayoría de dos tercios y es de alguna manera histórica al haber sido presentada por primera vez por el Estado de Palestina, que pese a no tener estatuto de estado pleno, ha ganado algunas competencias en los últimos meses.
Mientras que los países musulmanes y los africanos votaron casi en bloque en favor de la resolución, la Unión Europea mostró su desunión con votos a favor de España y Francia, en contra, de Hungría y República Checa, y las abstenciones de Alemania, Italia, Holanda, Suecia y Polonia.
Israel y Estados Unidos volvieron a exhibir su alianza, y a su lado se pusieron Argentina, Paraguay y varios países insulares del Pacífico, que siempre votan con los gringos.
Esta nueva resolución de hoy “pide a Israel que ponga fin sin demora a su presencia ilegal en los territorios palestinos ocupados, incluido Jerusalén Este (…) y que lo haga no más tarde de doce meses tras la adopción de esta resolución”, aunque las resoluciones de la Asamblea no tienen carácter vinculante.
El texto exige además a Israel que devuelva las tierras confiscadas a los palestinos, permita el retorno de los desplazados por los asentamientos y proceda a las reparaciones a los damnificados, y pide además a la comunidad internacional que no reconozca las consecuencias territoriales, legales ni demográficas de la ocupación de tierras palestinas.
Pero el lenguaje de la resolución, esta vez muy duro con Israel, no ha convencido a países de peso como Canadá, Australia, India, Suiza o los europeos que optaron por abstenerse.
Ayer miércoles al presentar la resolución, el embajador palestino ante la ONU, Riad Mansour, dijo: “Ninguna potencia ocupante debería atentar contra nuestros derechos inalienables. La justicia es la única vía hacia la paz. Respeten el derecho internacional y no lo sacrifiquen en pos de fríos cálculos políticos”.
Por su parte, el representante de Nicaragua, ante la Organización de Naciones Unidas, compañero Jaime Hermida recordó que nuestro país ha vivido en carne propia las embestidas del colonialismo.
Asimismo, Nicaragua ha sido testigo de cómo el sistema judicial Internacional respondió a la causa justa de Nicaragua y reiteró la solidaridad histórica y permanente con el pueblo palestino.