En el interior de un cuarto en la comunidad de Wale, en Pantasma, Jinotega, fue encontrado el cuerpecito de una recién nacida, quien supuestamente nació sin vida.
La niña era hija de una joven de 16 años, quien dijo a las autoridades que la criatura nació muerta, pues no lloró al momento del parto.
El hecho ocurrió la tarde del viernes, cuando la joven de apellido García, quien ocultó el embarazo de toda su familia, sintió dolores de parto en el negocio de venta de comida donde trabajaba.
De inmediato se trasladó al cuarto donde vivía y dio a luz a la criatura que puso sobre su cama.
Ante el abundante sangrado, la joven le avisó a un tío que le había bajado la menstruación y se sentía mal de salud; por lo que su pariente en solidaridad le envió un taxista que la trasladó al centro de salud de la comunidad.
En el puesto médico se percataron que García había tenido un parto, y por la cantidad de sangre que perdió la trasladaron el hospital Victoria Mota, de la ciudad de Jinotega, donde se encuentra estable de salud.
Al desplazarse al cuarto de García, las autoridades encontraron el cuerpecito de la bebé, y al conversar con la joven, esta les confesó que estaba embarazada de un joven que conoció en la comunidad Soledad, de donde es originaria.
Sin embargo, nunca se lo dijo a sus padres porque ya le habían advertido que si quedaba embarazada no la apoyarían, por lo cual se trasladó a la comunidad de Wale donde un tío le dio trabajo en un puesto de comida.
Para ocultar su embarazo, la joven se tallaba el cuerpo, situación que según lugareños pudo afectar el desarrollo de la vida de la niña que se formaba en su vientre.