El jardinero Jairo Antonio Narváez López, de 33 años, murió aplastado por una pared en construcción en la finca El Limón, ubicada en la comarca La Virgen, jurisdicción del municipio de Rivas.
Félix Gómez, vigilante de la propiedad, dijo que escuchó un fuerte estruendo y al revisar encontró el cadáver de Jairo Antonio con exposición de masa encefálica y con parte del muro en construcción sobre su humanidad.
De inmediato dieron aviso a paramédicos de Cruz Roja, quienes al llegar al sitio confirmaron que Jairo Antonio ya era del otro mundo.
Cecilia Palacios, madre de Jairo Antonio, al recibir la funesta noticia casi sufre un infarto por lo cual tuvo que ser trasladada por sus familiares a la unidad de salud más cercana.