Mientras andaba lavando varias docenas de ropa ajena, doña Marta María Berrios, de 60 años de edad, se quedó sin casa y todo lo que había dentro, por un voraz incendio que se originó del cementerio 800 metros al sur, en en la comarca Jocote Dulce, en Managua.
Además de perder sus enseres domésticos y documentos personales, doña Marta María también perdió los productos de su humilde pulpería, que acababa de abastecer.
En el humilde inmueble construido con madera, láminas de zinc y asbesto, habitaba doña Marta María, con sus hijos, Sergio Antonio, de 19 años, y Oscar Danilo, de 20, quienes no se encontraban en el lugar.
Al lugar del siniestro llegó una unidad de bomberos y una pipa de Enacal, para apagar el fuego y enfriar el techo.
Hasta el momento se desconoce el origen del incendio por lo cual los bomberos investigan el caso.