Fuentes confidenciales dijeron que la versión que dieron los pilotos del narcojet tico, Jorge Arias Vargas y José Daniel Campos Barrantes, a los agentes de la sección de Secuestros del Organismo de Investigación Judicial de Costa Rica es poco creíble.
Así lo informó el costarricense DIARIO EXTRA, en cuyas páginas se lee que era evidente que los susodichos querían llegar a sus casas por el desgaste que tuvieron, que les causó sueño después de recorrer un trayecto largo para aparecer en una de las montañas más temidas por los ticos debido a su densa vegetación, variedad de animales y acantilados.
El novelón del supuesto secuestro a manos de narcos colombianos, fue abordado por fiscales contra el crimen organizado, quienes constataron que José Daniel Campos Barrantes es propietario de una escuela de aviación llamada IACA, ubicada en el Aeropuerto Tobías Bolaños, en Pavas, de donde salieron con destino a Guanacaste.
Versiones de algunos pilotos que conocen muy bien la pista de aterrizaje en Punta Islita aseguraron que es imposible que cuatro personas ingresaran en un carro, amarraran y metieran a dos pilotos a la cajuela y luego salieran como si nada, destacó el Diario Extra.
Las autoridades nicaragüenses están revisando el GPS y el sistema de emergencia del jet bimotor matrícula TI-ATR, que se ancló en el lodo, en una finca de Puerto Morazán, Chinandega, en donde fue abandonada con más de 89 kilos de cocaína.
Cuando los ocupantes de la aeronave se dieron cuenta que no podían despegar de suelo nica, decidieron escapar en dos camionetas, cuyo paradero es investigado también por las autoridades nicaragüenses.