Autoridades policiales investigan el paradero del guarda de seguridad Aníbal José Díaz Espinoza, de 38 años, quien la noche del sábado amarró a su hijo de 9 años a un árbol en la comarca El Aguacate, localizada en la zona rural de Diriamba, Carazo.

Lugareños, que salieron en defensa del niño, dijeron que Aníbal Díaz cometió el repudiable hecho en represalia contra el menor porque supuestamente no le hace caso.
“Estaba bien y escuchábamos los gritos del niño en el monte, él se asustó porque su papá lo ató de las manos y luego se las amarró a un árbol para que pasara ahí la noche, buscando como se lo comiera un animal”, dijo una pobladora de la zona.
El menor fue encontrado por un tío que alumbrando con una lámpara llegó hasta el sembradío de frijoles, donde el pequeño luchaba para desatar sus manos que estaban moradas por lo socado del mecate, lo que le afectaba la buena circulación de la sangre.
La abuela paterna del menor salió en defensa de su hijo y con lágrimas en sus ojos que ella no sabía del castigo.
“El niño es desobediente, malcriado, se va a la calle y se aparece hasta en la noche, no hace caso y me imagino que el castigo era para asustarlo… solo espero que no se lleven preso a mi hijo porque él es el sustento de la casa”, expresó la anciana.
El tío del menor denunció que el padre del pequeño llegó furioso a su casa a que le regresara al infante, pues aseguró que nadie le va a enseñar cómo corregir a si hijo.