Los Ciudadanos, con un doblete del mediocampista alemán (Bruno Fernandes había decretado el empate transitorio de penal), se impusieron en la final en Wembley. Alejandro Garnacho ingresó en el complemento y Julián Álvarez no sumó minutos
Con esta victoria por 2 a 1, la ciudad de Manchester se tiñó de celeste para celebrar la victoria del City, quien se ilusiona con poder alcanzar una histórica triple corona luego de adueñarse unos días atrás de la Premier League, ahora levantar la FA Cup, el certamen más antiguo del planeta, y en unos días tener la chance de quedar para siempre en los libros del fútbol al disputar la definición de la Champions League en Estambul ante Inter de Italia el próximo 10 de junio.
A pura adrenalina inició el clásico el Wembley Stadium. En solamente 12 segundos el City de Pep Guardiola no perdonó y golpeó directo al mentón al United con un bombazo desde afuera del área del alemán İlkay Gündoğan para ponerse al frente en la definición de la FA Cup, el torneo más añejo del mundo del fútbol.
El prematuro tanto pareció ser certero para los comandados por Erik ten Hag, quienes salvo alguna contra aislada les costó hacer pie y lograr inquietar el arco custodiado por el alemán Stefan Ortega Moreno (fue titular en lugar del brasileño Ederson a lo largo de toda la competencia). Sin embargo, tras la intervención del VAR y posterior certificación del árbitro Paul Tierney, se decretó la pena máxima a favor de los Diablos Rojos por una mano de Jack Grealish dentro del área. El portugués Bruno Fernandes, con una sutileza, marcó la paridad.
Los Ciudadanos, por su parte, no fueron precisos en los últimos metros y lograron crear cierto peligro mediante algunos disparos desde lejos o un cabezazo de Rodri, a los tres minutos, que pasó cerca del poste.