El partido de ida de los cuartos de final de la Copa del Rey ofrecerá este miércoles al Barcelona una buena ocasión para certificar que su enorme mejoría en los últimos encuentros es un hecho, en un duelo vibrante contra el Atlético de Madrid, que planea su versión más ofensiva del curso en el Camp Nou.
Ese será el escenario del primer asalto de una eliminatoria cuya resolución será dentro de una semana en el Vicente Calderón y de una nueva partida táctica, de alta intensidad y fútbol entre el segundo y tercer clasificado del campeonato y dos máximos aspirantes al título de la Copa del Rey, una vez eliminado ya el Real Madrid.
Se juega el Barça su credibilidad. Después del ‘tsunami’ que supuso la derrota en Anoeta, con la destitución de Andoni Zubizarreta, la convocatoria electoral, pero sobre todo el conocimiento público de las diferencias entre Leo Messi y Luis Enrique, nada ha sido igual.
El salto cualitativo lo dio el conjunto azulgrana precisamente en el partido liguero ante el Atlético de Madrid, jugado hace diez días. Disputó entonces el Barça su mejor encuentro del año, ganó 3-1 y ofreció las mejores sensaciones. Presionó y amilanó al rival, lució su tripleta de delanteros y todo fluyó.
Con Messi enchufado todo es diferente. La motivación del argentino parece ahora infinita y cuando eso ocurre las posibilidades del equipo se multiplican exponencialmente.
Todo ha cambiado con Messi y un once tipo. Se ha dado la circunstancia de que la ausencia de Xavi Hernández en el equipo ha dado la posibilidad de ver la mejor versión de Ivan Rakitic.
El croata, señalado tras la derrota en el campo del París Saint Germain y ausente en los partidos importantes del año, se reivindicó con una gran actuación ante el Atlético, rubricada en Riazor.
Con vistas al encuentro de mañana, Luis Enrique vuelve a disponer de Xavi Hernández, baja los tres últimos partidos por una lesión en el sóleo. Tiene que decidir si vuelve a contar con el capitán o no tocar su once ahora que funciona mejor que nunca.
Quien será baja segura para el partido es Mathieu, lesionado, y el cambio que parece claro es la entrada en el once de Marc André Ter Stegen por Claudio Bravo.
Enfrente está el Atlético, que vuelve al Camp Nou, el escenario de su única derrota de 2015, hace diez días; su último precedente en un estadio donde el pasado curso logró la Liga con un 1-1, el mismo marcador con el que encarriló su pase a las semifinales de la Liga de Campeones, pero también donde no gana desde hace casi nueve años.
El Atlético, con veinte victorias, seis empates y cinco derrotas en sus 31 encuentros oficiales de esta temporada, está de nuevo ante un partido grande, uno de esos duelos con tanta transcendencia y prestigio como dificultad, como ya comprobó en su última visita de Liga, el pasado 11 de enero con un 3-1 y un primer tiempo muy gris.
Cinco futbolistas de ataque, en una nuevo plan para intentar contrarrestar al Barcelona y la agobiante presión que tanto le complicó al conjunto rojiblanco en su último duelo de Liga en el Camp Nou, donde mañana Mario Suárez se mantendrá como titular en el medio centro por tercer partido seguido más de dos meses después.
A la defensa vuelve Joao Miranda, en el centro de la zaga junto a Diego Godín, con Juanfran Torres para el lateral derecho y Guilherme Siqueira para la banda izquierda, mientras que en la portería entrará el esloveno Jan Oblak, el guardameta elegido para la Copa, con Miguel Ángel Moyá como titular en Liga y Liga de Campeones.