Conor McGregor no implementa la furia solamente dentro de sus combates de artes marciales mixtas, también no se queda de brazos cruzados cuando intentan fotografiarlo por las calles. En este episodio, el campeón de MMA no solo destrozó el teléfono de un fanático, sino que también lo robó.
El luchador enfureció porque la persona quiso retratarlo sin su autorización y le arrebato el teléfono de la mano, provocando que cayera al suelo. Según la denuncia, «luego pisoteó el teléfono de la víctima varias veces, dañándolo. Finalmente, lo levantó y se marchó con él».
El escándalo dio lugar afuera del hotel en el que se hospedaba a las 5 de la mañana. Posteriormente fue arrestado bajo una fianza de 12 mil dolares.