Quizá el máximo icono en cuanto a UFC se refiere, Anderson Silva, simplemente pasó de la gloria a la deshonra en tan solo un par de días.
El sábado prácticamente por unanimidad se celebraba su regreso triunfal al octágono al vencer a Nick Díaz en la cartelera 183, y el martes por la noche todo se vino todo abajo luego de conocer el reporte de la Comisión Atlética de Nevada en donde era señalado por haber dado positivo a un control antidopaje del 9 de enero por el uso de un esteroide anabólico.
Parece increíble y cuesta creer, que un peleador tan respetado y con una trayectoria llena de tantos éxitos vaya a caer en esto justo ahora que todos –y me incluyo- pasamos la página de su lesión y parecíamos cerrar ese lamentable capítulo tras vencer por decisión unánime a Díaz.
Pues, la realidad es otra y duele.
«Ha sido un gran campeón y un verdadero embajador de las artes marciales mixtas. El UFC está decepcionado al saber estos resultados iníciales», pronunció la máxima empresa de “MMA” del mundo (UFC).
El próximo 17 de febrero se espera que la Comisión Atlética de Nevada aplique un castigo a Silva, al igual que a Nick Díaz, quien falló el test por el uso de marihuana, en lo que se convierte en su tercer caso de dopaje por la misma situación. Viniendo de Nick, poco sorprende.
En cuanto a “Spider”, no sé qué vendrá ahora en su futuro, pero con todo esto le queda una mancha fuerte en su carrera. Con ello no quiero decir que todos sus logros vayan a ser puestos en tela de juicio, ya que en el pasado se le hicieron muchas pruebas y siempre estuvo limpio.
Sea lo que sea, esa última impresión o mala imagen que deja en el ocaso de su carrera podría ser una mochila pesada con la cual cargará de hoy en adelante.