Los científicos han conseguido identificar el gen que bloquea el adelgazamiento en los mamíferos. Por ejemplo, los ratones sin este gen no engordan, aunque se alimenten con comida rápida (comida chatarra o basura).
Desde hace muchos años los científicos ya sabían cuál gen aumenta el riesgo del desarrollo de la obesidad y la diabetes del tipo 2. Se trata del gen FTO. Sin embargo, por ahora los expertos no habían sido capaces de hacer una conexión directa entre la obesidad y la expresión del FTO.
El misterio se resolvió cuando fue encontrado otro gen, el IRX3, que no tiene nada que ver con el FTO y se ubica muy lejos de él.
«Nuestros datos sugieren que el IRX3 controla la masa corporal y regula la composición del cuerpo. Cualquier asociación entre el FTO y la obesidad es fruto de la influencia del IRX3», informa el genetista Marcelo Nóbrega, de la Universidad de Chicago, quien trabajó junto a sus colegas de España y Canadá.
Un enlace directo entre la expresión del IRX3 y la regulación de la masa corporal se demuestra por una reducción en el peso del 25 al 30% en los ratones que carecen de este gen, principalmente a través de la pérdida de grasa. Los resultados del estudio han sido publicados en la revista ‘Nature’.
Sin embargo, todavía se trata solo de un descubrimiento genético. Para convertirlo en algo práctico y útil para los obesos y las personas propensas a la obesidad, primero hay que descodificar el gen, dice Sandra Alfaro, experta en nutrición y dietética del Centro Médico Imbanaco de Cali (Colombia). Además, los científicos deben comprobar qué alimentos activan este gen y cuál es su comportamiento en distintos casos.