Más de 15 mil turistas entre nacionales y extranjeros se dieron cita en la ciudad de Bluefields, en el Caribe Sur de Nicaragua, durante la celebración del Mes de la Fertilidad, en las fiestas de Palo de Mayo.
La tradición, que data desde hace 50 años, se celebra en honor a la Diosa de la lluvia, movilizó a 700 turistas procedentes de Norte América, Europa y en menor cantidad de Centroamérica.
Anasha Campbell, directora del Instituto Nicaragüense de Turismo (INTUR), manifestó que los turistas procedentes del extranjero tardan hasta 7 días en el poblado, mismos que gastan un promedio de 450 dólares en su estadía. “Aunque hay unos que vienen solo a la celebración, que dura dos días, y gastan entre 100 y 150 dólares.
El año anterior las visitas de extranjeros fueron de 400 a 500. La mayoría de visitantes llegan “porque tienen familiares en Bluefields o vienen exclusivamente a la celebración”, finalizó Anasha.
Lo que cada año llama a los visitantes es el derroche de tradición, fe, cultura y tradiciones que vive la Región del Atlántico.
Las fiestas del Palo de Mayo son consideradas en la zona como una celebración regional, nacional e internacional. Que además tiene el objetivo de unir familias y amigos, celebrar en paz, solidaridad, amor y unidad. Y este año la celebración se hizo en honor al fallecido cantante José Sinclair, conocido como“Mango Ghost”. aseguró Lourdes Aguilar, secretaria de Cultura de la RAAS.
¿Qué es el Rondón?
En estas celebraciones los turistas y locales saborearon el suculento platillo de Rondón el cual está hecho a base de leche de coco, mariscos y verduras, el que fue degustado por más de 800 personas.
Jimmy Carter, dueño del Restaurante Caribbean Paradise e impulsor del evento, aseguró que está vez lograron superar el récord gastronómico de mayo de 2011, cuando comieron 100 personas.
Carter precisó que en el rondón se utilizaron 200 libras de carne de res y de cerdo, 80 libras de pescado, 250 cocos secos, yuca, chile cabro, orégano, malanga, plátano, fruta de pan y quequisque, preparados en un recipiente metálico con capacidad de 15 barriles de agua.
Antonia Colins, una de las 10 chefs locales que sumaron sus esfuerzos para lograr el rondón típico, dijo que se gastaron unos 20 mil córdobas para elaborar el platillo más representativo de la Costa Caribe.
Agregó que esta es una costumbre afro descendiente traída al país hace más de 400 años por nuestros hermanos de Jamaica.