La policía de Carazo ubicó un grupo de “cipotes” entre 10 y 11 años, quienes acabaron con varios productos comestibles de una pizzería en Jinotepe.
Según las investigaciones, los menores aprovecharon que el local estaba cerrado y subieron a un poste para llegar al techo del negocio.
Posteriormente ingresaron a la pizzería y comieron reposterías, jugos y golosinas.
Acto seguido revisaron la caja del negocio, y como no encontraron dinero, se llevaron un celular que fue clave para ubicar al menor que se lo llevó.
Como parte de las acciones para resarcir daños, los padres de los cipotes involucrados en el hecho se comprometieron a pagar todo lo que sus hijos se comieron del local.
También pagarán los daños ocasionados a la infraestructura del negocio y ya devolvieron el celular que sacaron de la pizzería.