Su Eminencia Reverendísima Cardenal Miguel Obando y Bravo elevó la Invocación al Altísimo en el acto de celebración del 36 aniversario de la Revolución Popular Sandinista, donde destacó que ahora Nicaragua celebra la Paz, la Reconciliación y el Amor.
“Un saludo muy especial para todos los que se han hecho presentes en este acto de Acción de Gracia en esta Plaza de La Fé. ¡Qué alegre es ver tanta juventud reunida, tanta vitalidad, tanta alegría contagiosa!”, celebró Su Eminencia al momento de realizar la bendición a todos los centenares de miles que se encuentran en la Plaza La Fé.
El alto prelado que durante la época somocista tuvo un papel determinante en la liberación de muchos jóvenes guerrilleros, recordó que hace 36 años fue testigo cuando la Plaza de la Revolución y sus alrededores, estaba repleta de jóvenes celebrando el triunfo sobre la dictadura, victoria que costó mucha sangre nicaragüense.
“Hoy nuestra celebración es diferente: celebramos la Paz, la Reconciliación, el Amor. 36 años después, la Juventud enfrenta otras luchas; una lucha por conservar la Paz que tanto costó a la juventud de aquel tiempo; una lucha por conseguir un cambio, como dice el Papa Francisco, un cambio positivo, un cambio redentor”, señaló el Cardenal Miguel.
Abandonar el odio y el rencor
Instó a los nicaragüenses a abandonar todos aquellos sentimientos de odio y de rencor que tanto daño hacen a la sociedad y la familia nicaragüense, por lo que pidió abrir los corazones para que se llenen del Amor de Dios, que es un amor generador de cambios en la humanidad.
“Debemos de pedirle a Dios que no permita que se instale en nuestra sociedad la cultura del odio, trabajemos unidos como hermanos que somos”, dijo Su Eminencia, destacando que el Papa Francisco, en su reciente visita a Paraguay, Bolivia y Ecuador, hizo ver que el futuro de la humanidad no es responsabilidad solamente de los dirigentes, sino de todos.
Aseveró que la juventud debe asumir el reto de trabajar con amor, para producir un verdadero cambio, pues construyendo y trabajando con alegría se puede generar un cambio genuino que ayude a enterrar el odio y pueda renacer el amor.
“Que el Señor les bendiga y les ilumine siempre, para que sean ustedes, queridos jóvenes, luz del mundo”, concluyó el prelado.
En el acto central del 36/19 participa el Comandante Daniel Ortega, la compañera Rosario Murillo, el vicepresidente de Venezuela Jorge Arreaza, los cincos héroes cubanos, el vicepresidente de Cuba Miguel Díaz-Canel y otros invitados internacionales y centenares de miles de nicaragüenses.