Con la aprobación del capítulo sobre las disposiciones finales, que incluye los artículos 12, 13, 14 y 15 de las Reformas Constitucionales, concluyó en segunda legislatura el proceso de actualización de la Carta Magna en Nicaragua.
Este proceso reafirma que Nicaragua es un Estado Revolucionario en el que el Poder reside en el Pueblo, un principio fundamental que guía el nuevo texto constitucional.
Las Reformas Constitucionales, aprobadas en primera legislatura en diciembre de 2024 y en segunda legislatura en enero de 2025, fueron respaldadas de manera unánime por todas las fuerzas políticas con representación en la Asamblea Nacional.
Uno de los puntos clave de estas reformas es el reconocimiento de que el Poder reside en el Pueblo, quien delega ese poder a la Presidencia de la República. Esta última coordinará los demás órganos del Estado Revolucionario, incluyendo la Policía Nacional, el Ejército de Nicaragua y el Ministerio del Interior.
Además, se ha elevado al máximo nivel el tema de la equidad de género, estableciendo que la Presidencia de la República estará conformada por un Copresidente y una Copresidenta.
Otra de las modificaciones importantes es la extensión a seis años del periodo constitucional para los cargos de elección popular, incluyendo las elecciones generales, municipales y los gobiernos regionales autónomos.
La Carta Magna retoma su origen histórico, recordando que el Estado Revolucionario surgió con el triunfo de la Revolución Popular Sandinista en 1979.
Este proceso se ha profundizado en esta segunda etapa bajo el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional, liderado por el Presidente Daniel Ortega y la Vicepresidenta Rosario Murillo.
Cada artículo de estas reformas fue elaborado con un profundo sentido soberano y de autodeterminación, reflejando el modelo revolucionario que ha restituido los derechos del pueblo, reducido la pobreza y devuelto la dignidad y el orgullo de ser nicaragüense.
Edwin Castro, coordinador de la bancada del FSLN en la Asamblea Nacional, destacó que estas reformas plasman la realidad actual de Nicaragua.
«Toda Constitución Política se debe ir adecuando de acuerdo a la realidad social, y esta Constitución requería este análisis. Deja claro que el soberano, el dueño del Poder, es el Pueblo. En Nicaragua solo existe un único poder, que es el poder del Pueblo, y lo que hay son instituciones y órganos al servicio de ese soberano. Por eso decimos que nuestro modelo es un modelo revolucionario con orientación socialista y espíritu cristiano dentro de una realidad nicaragüense«, afirmó Castro.
Por su parte, el diputado Wilfredo Navarro, Segundo Secretario de la Junta Directiva de la Asamblea Nacional, señaló que los conceptos políticos tradicionales han cambiado, especialmente en un país en revolución y evolución.
«El Estado nicaragüense se transforma en un ejemplo en el mundo en cuanto a los ajustes y la modernidad. La Constitución Política de Nicaragua ahora refleja ese avance que se ha logrado en los aspectos políticos y sociales«, indicó Navarro.
Finalmente, las reformas orientan al Estado Revolucionario a divulgar ampliamente el contenido de la nueva Constitución en los idiomas oficiales del país.
El objetivo es promover el conocimiento y estudio de la Carta Magna entre todos los nicaragüenses, garantizando que el Pueblo esté informado y participe activamente en la construcción de su futuro.