Aprende a cuidar tus pezones y senos durante la lactancia con estos consejos útiles: utiliza protectores, lava tus sostenes diariamente, evita cremas, masajea con leche, usa agua fría y más.
- Utiliza siempre protectores para los pezones con objeto de evitar que la tela del sostén o el corpiño los lastimen. Es muy importante cambiar los protectores, y lavar los sostenes o corpiños diariamente.
- Para mantenerlos hidratados no apliques crema humectante ni cosméticos; utiliza leche que produce tu cuerpo ya que tiene propiedades cicatrizantes
- Debes lavarlos bien para eliminar bacterias y evitar infecciones pero debes hacerlo sólo con agua. Lo que no debe hacerse es aplicar jabón y sobretodo alcohol sobre la areola y el pezón porque resecan la piel y hacen que se vuelva frágil.
- Cada vez que termines de lactar, limpia muy bien tus pechos con una gasa de algodón empapada en agua y seca bien con otra gasa.
- Para los pezones irritados, es útil masajearlos luego de amamantar con tu misma leche o calostro.
- En caso de que se formen grietas, las cuales son muy dolorosas, es conveniente utilizar protectores de silicona para poder seguir amamantando sin dolor y facilitar la curación.
- Utiliza agua fría al terminar el baño y asegúrate de secar tus senos perfectamente bien.
- Las molestas estrías: Desde el embarazo debes mantener la piel bien nutrida e hidratada, ya que así resiste mucho más cuando se estire. Se recomienda la crema de caléndula.
- Masajea tus senos con aceite de almendras, con movimientos suaves y circulares, pero no olvides limpiarlos muy bien antes de amamantar.
- Procura no darle pecho siempre del mismo lado, es conveniente ir rotando, primero un pecho y luego el otro.
- Durante la lactancia al despertar, aplica cremas antiestrías con leves masajes, elige gel o lociones que la piel la absorba rápido; así puede volver a ponerte el brasier y seguir con tus actividades cotidianas.
- De igual manera, todas las noches ponte en los senos unas gotas de aceite de rosa o de almendra Utiliza un brasier especial para embarazadas resistente y que sostenga muy bien, que sea de algodón preferentemente. Debes usarlo tanto de día como de noche.
- Senos congestionados: Si notas que tus senos se han congestionado, retira el exceso de leche que tengas. Para hacerlo, es conveniente primero colocar sobre ellos una toalla humedecida en agua caliente y cuando los note más blandos, presionarlos con delicadeza para que salga la leche. Esta puede guardarse en un recipiente esterilizado o en el biberón del bebé, para dársela más tarde. Otra solución es no dejar pasar grandes períodos de tiempo sin amamantar a tu bebé, así no se acumulará leche ni se congestionarán los senos.
- ¿ Y para el escote? Cuando te bañes no lo hagas con agua muy caliente, porque la piel de esta zona se reseca y aparecerán grietas.
- Una vez por semana frota con un guante para exfoliar o con azúcar y miel con movimientos circulares y leves masajes para activar la circulación y eliminar las células muertas, hazlo sin tocar el pezón ni la areola. Luego deja actuar unos minutos y enjuaga los restos con la ducha de agua tibia o fría.
- Otro de los consejos para cuidar los senos durante la lactancia es el de ejercitar durante todo el embarazo y también tras el parto los músculos pectorales, para fortalecer toda la zona. La natación, Pilates, yoga, o una rutina de ejercicios en el hogar lograr este fortalecimiento, permitirá mantener el busto firme y terso.
- Durante la lactancia, los senos se someten a una gran cantidad de cambios, por lo que es importante el cuidado que se les dé para mantenerlos bonitos durante el embarazo y después del parto.