Tres médicos brasileños fueron brutalmente asesinados y un cuarto resultó herido en horas de la madrugada de hoy jueves en la playa de Barra de Tijuca, un conocido punto turístico de Río de Janeiro, Brasil.
Las cámaras de seguridad capturaron el terrorífico momento en que varios individuos armados se acercaron al lugar en un vehículo blanco y, sin mediar palabras, dispararon más de 20 veces contra el grupo de galenos.
Las víctimas son tres médicos traumatólogos de la ciudad de San Pablo que estaban en Río de Janeiro para un congreso de ortopedia en el Hotel Windsor de la exclusiva playa de Barra de Tijuca.
Uno de los asesinados es Diego Ralf Bonfim, de 35 años, hermano de la diputada federal Samia Bomfin, del Partido Socialismo y Libertad (PSOL). Fue trasladado a un hospital, pero no sobrevivió a las graves heridas.
La legisladora está casada con el diputado federal Glauber Braga, famoso por sus discursos contra los grupos parapoliciales de ultraderecha de Río de Janeiro, conocidos como escuadrones de la muerte que le disputan negocios a los narcos.
Barra de Tijuca es uno de los barrios controlados por los parapoliciales acusados por el asesinato en marzo de 2018 de la concejala socialista Marielle Franco, también del PSOL.
El PSOL forma parte de la base de apoyo del gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva y está a cargo del Ministerio de los Pueblos Originarios, conducido por Sonia Guajajara.
Los otros dos muertos fueron los traumatólogos Perseu Ribeiro Almeida, de 33 años, y Marcos de Andrade Corsato, de 62, quien era director del Instituto de Ortopedia y Traumatología del Hospital de Clínicas de la Universidad de San Pablo, el mayor hospital público de América Latina.
Otro hombre, identificado como Daniel Sonnewend Proença, resultó herido y fue trasladado al Hospital Lourenço Jorge, en Barra de Tijuca.
La naturaleza específica y determinada del ataque llevó a las autoridades a calificarlo como una «ejecución». Los atacantes no robaron nada y no dudaron en disparar.
Se sospecha que el trágico incidente pueda tener conexiones políticas relacionadas con la diputada Bomfim y su esposo, Glauber Braga.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, expresó su profundo pesar y condenó el violento acto, poniendo en evidencia la gravedad del crimen en uno de los puntos turísticos más famosos del país.