Las inundaciones catastróficas que afectaron el centro de Texas, en Estados Unidos, particularmente el condado de Kerr, desde el 4 de julio de 2025, han dejado un saldo devastador. Las fuertes lluvias, que descargaron hasta 15 pulgadas en pocas horas, provocaron el desborde del río Guadalupe, causando una de las peores tragedias por inundaciones en la región en más de un siglo.

Al 11 de julio de 2025, se reportan al menos 121 muertos a nivel estatal, con la mayoría concentrada en el condado de Kerr con 96 fallecidos, incluyendo 60 adultos y 36 niños. Los otros condados afectados incluyen Travis con 8 muertes, Kendall con 6 muertes, Burnet con 5 muertes, Williamson con 3 muertes y Tom Green con 1 muerte.
Más de 173 personas siguen desaparecidas en todo el estado, con al menos 161 en el condado de Kerr, incluyendo 5 niñas y un consejero de 19 años del campamento Camp Mystic. No se han encontrado sobrevivientes desde el 4 de julio en Kerr, lo que hace que las esperanzas de encontrar personas con vida se desvanezcan cada día que pasa.

Este campamento de verano cristiano para niñas, ubicado en Hunt, Kerr County, fue uno de los más afectados, con al menos 27 campers y consejeros fallecidos. La tragedia incluye la muerte del director del campamento, Richard «Dick» Eastland, quien falleció intentando salvar a las niñas que estaban bajo su cuidado.
El Camp Mystic se ha convertido en el símbolo de esta tragedia, donde se perdieron pertenencias de los campistas y la infraestructura fue completamente destruida. Historias de sobrevivientes, como Lucy Kennedy, de 10 años, describen escapes desesperados en medio de la noche cuando las aguas comenzaron a subir sin control.
Las inundaciones fueron desencadenadas por lluvias torrenciales que cayeron durante la noche del 3 al 4 de julio, con 6 a 15 pulgadas de lluvia en pocas horas, superando la capacidad de suelos secos por la sequía previa. El río Guadalupe creció hasta 26 pies en menos de una hora en algunos puntos, un evento descrito como el peor desastre por inundaciones de agua dulce en Texas desde 1921.
El condado de Kerr, en la región de Texas Hill Country, fue el más golpeado, seguido por Travis, Kendall, Burnet, Williamson y Tom Green. Campamentos de verano, zonas residenciales y parques de casas rodantes fueron completamente devastados por la fuerza del agua.

Más de 850 personas han sido rescatadas, con operaciones que involucran helicópteros, botes, drones, unidades K-9 y equipos de México. Sin embargo, la búsqueda se ha complicado por escombros, serpientes venenosas y lluvias adicionales que siguen amenazando la zona.
Las operaciones han pasado de búsqueda de sobrevivientes a recuperación de cuerpos, con cientos de rescatistas trabajando en condiciones extremadamente difíciles. La última persona encontrada con vida fue el 4 de julio, lo que marca el inicio de una búsqueda que se ha vuelto cada vez más desesperanzadora.
Críticas al sistema de alertas que falló
Hay cuestionamientos serios sobre la efectividad de los sistemas de alerta. El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) emitió advertencias de inundaciones desde la 1:14 a.m. del 4 de julio, pero el sheriff de Kerr, Larry Leitha, indicó que no fue notificado hasta entre las 4 y 5 a.m.
La falta de sirenas de alerta en el condado y recortes en el personal del NWS han sido señalados como posibles factores que contribuyeron a la magnitud de la tragedia. Muchas familias fueron sorprendidas mientras dormían, sin tiempo suficiente para evacuar o buscar refugio seguro.
Las inundaciones se atribuyen a eventos climáticos extremos exacerbados por el cambio climático, con lluvias récord en suelos secos que amplificaron las inundaciones repentinas. La tragedia ha golpeado especialmente a Camp Mystic, donde la pérdida de vidas jóvenes ha conmocionado a toda la nación.
Organizaciones como la Cruz Roja y voluntarios locales están apoyando con alimentos, refugio y tributos artísticos para las víctimas. Las operaciones de búsqueda continúan, pero la esperanza de encontrar sobrevivientes se desvanece cada día.