Según los informes oficiales, unas 39,672 personas fallecieron en Turquía y 5,800 en Siria a causa de dos terremotos de magnitud 7.8 y 7.5 ocurridos el pasado 6 de febrero, elevando la cifra a 45,472 fallecidos.
Los terremotos ocurrieron en una falla geológica ubicada a tan sólo 18 kilómetros de la superficie, causando fuertes y violentos temblores que afectaron varios kilómetros alrededor del epicentro.
Se estima que al menos 264 mil edificios resultaron destruidos, tan sólo en Turquía, por lo que se espera que la cifra de fallecidos aumente en los próximos días.
Se conoció que Turquía ha suspendido las operaciones de búsqueda y rescate y el gobierno sirio hizo lo mismo.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, describió el pasado jueves el terremoto como el desastre del siglo mientras visitaba la provincia de Osmaniye.
Turquía anunció que investigará a cualquier sospechoso de ser responsable por el derrumbe de los edificios y ya ha ordenado la detención de más de 100 personas.