Al menos 13 ballenas de un grupo de 26 murieron varadas en las costas de Escocia a pesar del enorme esfuerzo realizado por decenas de personas para tratar de salvar la vida de estos mamífeos.
En esta labor titánica participaron veterinarios, buzos, miembros de la guardia costera y los servicios de emergencia de Escocia.
Los cetáceos supervivientes serán liberadas en mar abierto, aunque en muchas ocasiones y por razones desconocidas vuelven a quedar varadas en la misma playa.