La Policía de Nueva Zelanda informó hoy que detecto restos humanos de al menos dos personas que hace 11 años murieron por una explosión ocurrida en el año 2010 en una mina de carbón.
La tragedia sucedió en el mes de noviembre en una mina ubicada al sur de la isla, en donde murieron sepultados un total de 29 obreros. Es considerado el segundo mayor accidente minero en la historia de Nueva Zelanda.
Desde el pasado mes de junio comenzó un operativo de perforación para investigar la muerte de los trabajadores entre ellos 23 neozelandeses, 3 británicos, 2 australianos y un sudafricano; los cuales tenían entre 17 y 62 años de edad.
Oficialmente se sabe que todas las víctimas murieron por traumatismos, quemaduras o asfixia tras una explosión de gas metano acumulado que los sepultó en una galería que no tenía un acceso de emergencia, a unos 2.5 kilómetros de profundidad.
Las imágenes fueron captadas en una zona alejada del yacimiento de Pike River y dado que es muy remota y de difícil acceso será imposible pode recuperarlos, según informaron las autoridades neozelandesas.
Aún no hemos podido identificar los restos pero basados en nuestra investigación creemos que había entre 6 y 10 hombres trabajando en esa área al momento del estallido, declaró el superintendente Peter Read.