Los rayos han causado la muerte de al menos cuatro personas en diferentes provincias de Cuba durante la primera semana de agosto de 2025.
El primer incidente ocurrió el domingo 3 de agosto en Manicaragua, Villa Clara, donde una tormenta eléctrica sorprendió a un grupo de adolescentes que buscaban refugio bajo un árbol, con un saldo trágico de tres fallecidos y una herida. Días después, el viernes 8, una mujer adulta perdió la vida mientras realizaba labores agrícolas cerca de La Luisa, en el municipio de Colón, provincia de Matanzas.
Los adolescentes Andy Alberto Turiño González y Analía García Rodríguez, ambos de 13 años, junto a Jorge Alejandro de la Coba Monteagudo de 14, fallecieron instantáneamente al ser impactados por un rayo mientras intentaban protegerse de la lluvia.
La cuarta integrante del grupo, Diamelis Delgado Granados de 14 años, sobrevivió a la descarga pero fue trasladada al Hospital Pediátrico José Luis Miranda de Santa Clara, donde los médicos reportan que su condición se mantiene estable.
La cuarta víctima mortal fue una mujer de 42 años que no fue identificada. Según confirmaron las autoridades cubanas, la trabajadora recibió una descarga fulminante mientras cultivaba en un terreno rural de La Luisa, falleciendo en el acto sin que los servicios de emergencia pudieran hacer nada por salvarle la vida.
El octavo mes del año coincide con el punto más álgido de la temporada de tormentas eléctricas en la isla caribeña. Las condiciones meteorológicas caracterizadas por calor intenso y alta humedad favorecen la formación de nubes cumulonimbos cargadas de electricidad.
El Instituto de Meteorología (Insmet) ha documentado que entre 1987 y 2017, los rayos causaron 1,742 muertes en Cuba, lo que representa un promedio alarmante de 54 fallecidos al año, una cifra que supera la mortalidad causada por huracanes y tornados combinados.
El Ministerio de Salud Pública ha intensificado sus campañas informativas sobre protocolos de seguridad durante tormentas eléctricas. Entre las recomendaciones fundamentales destacan: evitar buscar refugio bajo árboles, mantenerse alejado de postes y estructuras metálicas, resguardarse en edificaciones con techo y desconectar aparatos eléctricos.