La policía brasileña descubrió el cuerpo de la joven Júlia Peixoto Machado, de tan sólo 13 años de edad, en el abandonado centro comercial «Shopping Tropical», situado al sur de la ciudad. Júlia presentaba al menos 30 heridas de arma blanca y se encontraba semidesnuda.
La joven había sido reportada como desaparecida desde la tarde del pasado lunes 9 de octubre, luego de que no regresara a su hogar tras concluir su jornada escolar.
El misterio comenzó a esclarecerse cuando las investigaciones policiales los condujeron a la vivienda de un adolescente, de 14 años, quien era compañero de clase y también había mantenido una relación sentimental con Júlia.
Inicialmente, el joven negó saber algo sobre su paradero, alegando que tras salir de la escuela con ella y otros amigos, cada uno se fue a su respectiva casa. No obstante, tras la salida de los agentes de su domicilio, confesó a su padre el horrendo acto que había cometido, llevando a este a contactar a las autoridades.
El relato del joven asesino detalla que había concertado un encuentro con Júlia fuera de la escuela y ambos se dirigieron al citado edificio abandonado. Aseveró que ambos sostuvieron relaciones sexuales, las cuales aseguró fueron consensuadas.
Sin embargo, en un arrebato violento y sin sentido, decidió acabar con la vida de Júlia. Estas declaraciones fueron corroboradas por Gustavo Maio, el comisario a cargo de la investigación.
Siguiendo la confesión del adolescente, el cuerpo de Peixoto Machado fue localizado entre los escombros del antiguo centro comercial. Cerca del cuerpo, se encontró un cortaplumas, pero el criminal confesó que el arma homicida fue un cuchillo, el cual habría lanzado a un río cercano, junto al teléfono móvil de su víctima.
Medios locales indicaron que las autoridades están considerando la posibilidad de que el adolescente pueda tener algún trastorno psicológico, lo que será objeto de análisis en la investigación.
Fuentes policiales confirman que Júlia y el joven habían mantenido una relación, la cual fue interrumpida pero que recientemente había sido retomada.
La tragedia ha dejado a la comunidad de San Pablo en estado de shock, esperando que se haga justicia.