Gran indignación y expresiones de condena ha causado entre la población hispana, el arresto de un niño cubanoamericano de 7 años de edad, quien fue esposado en su escuela, delante de su madre Mercy Álvarez, por agentes de la Policía de Miami-Dade, Florida, Estados Unidos.
Esta es la segunda vez en menos de tres meses que las autoridades escolares castigan al niño llamando a la policía por problemas de conducta. En esta ocasión, el pequeño supuestamente golpeó a la maestra tras un regaño.
“Esto es abuso policial; un capricho de la oficial, porque mi hijo estaba tranquilo cuando vinieron a buscarlo”, alegó la madre, quien es productora independiente de televisión y radio.
El hecho sucedió el jueves en la escuela pública Coral Way K-8 Center en Miami, donde el niño fue detenido bajo las disposiciones de la Ley de Salud Mental de Florida, basada en criterios de comportamiento que indican que la persona pudiera representar un peligro para sí misma o para sus semejantes.
El menor fue posteriormente internado, sin el consentimiento de la familia, en el Hospital de Niños Nicklaus para una evaluación psiquiátrica y, horas después, dado de alta, al encontrársele en buen estado mental.
Junto a su esposo, Rolando Fuentes, la señora Mercy Álvarez se reunió con abogados para evaluar posibles acciones legales contra el Sistema Escolar de Miami-Dade y la semana próxima convocará a una rueda de prensa para compartir detalles de su caso con los medios.