La violencia en Haití alcanzó niveles alarmantes esta semana, con enfrentamientos entre bandas armadas, la Policía Nacional y civiles que han dejado un saldo trágico en la zona metropolitana de Puerto Príncipe.
Al menos 28 presuntos miembros de grupos armados fueron abatidos, y los cadáveres de más de una veintena de ellos fueron quemados y esparcidos por las calles de la ciudad, que permanece prácticamente paralizada debido a los continuos enfrentamientos.
La Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos (RNDDH) confirmó que, entre la noche del 16 y la madrugada del 17 de febrero, bandas armadas bajo las órdenes del jefe Vitel’Homme Innocent asesinaron al menos a 20 personas en la zona de Chateaublond, Tabarre, a pocos kilómetros de la embajada de Estados Unidos.
Entre las víctimas se encuentran cinco miembros de una misma familia, según informó Marie Rosy Auguste Ducena, responsable de programas de la RNDDH.
Esta masacre es interpretada como una represalia de las bandas armadas contra la población civil, en respuesta a las operaciones de fuerza llevadas a cabo por la Policía Nacional de Haití y la Fuerza Multinacional de Apoyo para la Seguridad.
En los últimos días, la Policía haitiana ha realizado una serie de operaciones en el feudo de la banda de Vitel’Homme, resultando en la muerte de varios bandidos y la incautación de dos armas de fuego.
Estas operaciones han sido llevadas a cabo por la Unidad Temporal Antimaras (UTAG) y la Brigada de Investigación e Intervención (BRI), con el objetivo de desalojar a la banda que opera en Torcel.
La violencia no se limita a Tabarre. En zonas como Delmas 30, Kenscoff, Carrefour-Feuilles y Routes de Freres, las bandas armadas han sembrado el terror, obligando a cientos de personas a huir de sus hogares y refugiarse en campamentos, donde las condiciones de vida son inhumanas.
En Kenscoff, uno de los municipios más afectados, un soldado de las Fuerzas Armadas de Haití (FADH) y dos agentes de la Brigada de Seguridad Aérea Protegida (BSAP) fueron asesinados por integrantes de bandas armadas el pasado domingo.
A pesar de la violencia, la Policía Nacional de Haití ha logrado recuperar el control de áreas clave, como el lugar conocido como Teleco en Kenscoff, donde se encuentran las antenas de las radios de la región metropolitana de la capital. Sin embargo, la situación sigue siendo crítica.
Según datos verificados por la ONU, en 2024 al menos 5,626 personas murieron en Haití como consecuencia de las acciones de bandas criminales, un millar más que el año anterior. Además, 2.213 personas resultaron heridas y 1.494 fueron secuestradas.
A mediados de enero, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) informó que el número de desplazados en Haití se ha triplicado en solo un año, superando el millón de personas, de las cuales más de la mitad son niños.