Según el Departamento de Educación, el reciente tifón dañó cerca de 3.000 escuelas, de las cuales 1.238 quedaron completamente destruidas.

El número de muertos por los tifones Fung-wong y Kalmaegi en Filipinas ascendió a 259, mientras que 114 personas permanecen desaparecidas en todo el país, según medios estatales.
La semana pasada, el tifón Kalmaegi azotó la provincia de Cebú y varias zonas de la región de Visayas Central, dejando 232 muertos, 112 desaparecidos y 523 heridos, y afectó a más de 4,1 millones de personas, informó la Agencia de Noticias de Filipinas, citando al Consejo Nacional de Gestión y Reducción del Riesgo de Desastres (NDRRMC).
El tifón también causó graves daños en carreteras e infraestructura, afectando a casi 135.000 viviendas, de las cuales 20.510 quedaron completamente destruidas.
El último tifón, Fung-wong, que azotó el país la noche del viernes y salió del Área de Responsabilidad de Filipinas la madrugada del martes, dejó 27 muertos, 36 heridos y dos desaparecidos.
Las autoridades locales informaron que el tifón afectó a más de 4,4 millones de personas en 15 regiones, incluyendo Luzón Central, la Región Autónoma de Bangsamoro en Mindanao Musulmana (BARMM) y Visayas Occidentales.
Más de 800.000 personas desplazadas se encuentran refugiadas en aproximadamente 11.800 centros de evacuación en las regiones afectadas.
La tormenta también dañó carreteras y puentes, mientras que continúan las interrupciones en el suministro de agua y electricidad en decenas de pueblos y ciudades.
Según el Departamento de Educación, el reciente tifón dañó cerca de 3.000 escuelas, de las cuales 1.238 quedaron completamente destruidas.