Once personas murieron y otras quince resultaron heridas al caer un autobús de pasajeros a un abismo localizado en San Juan de Opoa en Lempira, Honduras.

Todos los ocupantes del bus son integrantes de una congregación de Testigos de Jehová que viajaban de Choloma a Gracias, a un retiro espiritual.
Según la policía hondureña en el autobús viajaban unas 50 personas. Las causas del accidente se debieron al exceso de velocidad.