El femicidio es la forma más extrema de violencia contra la mujer, pero antes de llegar a este trágico desenlace, suelen presentarse señales de alerta que no deben ignorarse, para evitar situaciones trágicas como la ocurrida el pasado 21 de agosto con la ciudadana Ericka Judith Martínez, de 34 años, quien fue acuchillada en el cuello al menos diez veces por su ex pareja.
Estudios y análisis realizados por organizaciones internacionales y expertos en violencia de género, y diversos centros de investigación en violencia doméstica destacan algunos indicadores.
Control y Aislamiento: El agresor restringe a la mujer a ver a su familia, amigos o controlar sus actividades, llevándola al aislamiento.
Violencia Verbal y Psicológica: Insultos, humillaciones y amenazas debilitan la autoestima de la víctima, preparando el terreno para la violencia física.
Celos y Posesividad: Celos extremos y vigilancia constante son indicadores de una posible escalada de violencia.
Amenazas de Muerte: Amenazas directas o sutiles de violencia mortal son un grave signo de peligro inminente.
Violencia Física Previa: Incluso un solo incidente de agresión física puede ser un predictor de un desenlace fatal.
Ciclo de Violencia: Las fases de acumulación de tensión, incidente violento y reconciliación se repiten, con violencia que suele aumentar.
Identificar y actuar frente a estas señales es crucial para prevenir un femicidio. Las mujeres que se enfrentan a estas situaciones deben buscar ayuda inmediata.
En Nicaragua las Comisarías de la Mujer son una pieza clave en la lucha contra la violencia de género y la prevención de femicidios. Estas comisarías son unidades especializadas dentro de la Policía Nacional, dedicadas exclusivamente a atender casos de violencia contra las mujeres, niñas, niños y adolescentes.