Los nicaragüenses Joel Aguilar Quijano, de 43 años, y su esposa Martha Cerna Vargas, de 42, fueron encontrados muertos este martes por la mañana en su vivienda ubicada en la Plaza del 8 de Septiembre en la ciudad de Cáceres, España.

El matrimonio falleció a causa de una posible inhalación de monóxido de carbono procedente de una estufa de carbón que tenían encendida en su habitación para calentarse.
La voz de alerta la dio a la Policía, Rafael Fleitas, un compañero de trabajo de Joel, quien la mañana de hoy lo echó de menos al no acudir al punto de encuentro para irse juntos al lugar donde trabajaban en una obra en construcción.
A la vivienda acudieron cinco patrullas de la Policía, quienes luego de forzar la puerta del dormitorio, encontraron ya sin vida al matrimonio nicaragüense que llevaba varios años viviendo en la ciudad.
Joel era topógrafo y llegó primero a España hace cuatro años y después llevó el resto de su familia.
Los fallecidos eran originarios de El Rama, Caribe Sur de Nicaragua, y padres de tres hijos de 12, 14 y 21 años, quienes al momento de los hechos, estaban dormidos junto a un primo, en otros cuartos de la casa, pero ninguno sufrió daños.
La Policía Nacional de Cáceres confirmó que los cuerpos fueron llevados al Instituto de Medicina Legal para determinar las causas exactas del deceso, sobre el que se descartó mano criminal.
El deceso por inhalación de monóxido de carbono se produce cuando se respira ese gas tóxico que reemplaza al oxígeno en la sangre, afectando órganos vitales como el cerebro y el corazón.
A este tipo de fallecimientos se le conoce como la muerte dulce y su incidencia aumenta en España y otros países durante los meses más fríos del año al utilizarse métodos para calentarse poco seguros o en condiciones inadecuadas.
Esta tragedia se produjo en uno de los días más fríos del invierno y justo a las puertas de la Nochebuena.
