La Universidad Johns Hopkins, de Estados Unidos, informó que un total de 5,000,425 personas han muerto a nivel mundial desde la primera detección del coronavirus hace dos años.
El coronavirus es considerada la tercer causa de muerte en nuestro mundo, solamente superada por las enfermedades cardíacas y los accidentes cerebrovasculares.
El informe además recalcó que la cifra real es mucho mayor debido a la falta de pruebas de diagnóstico y de atención médica en muchos lugares de nuestro planeta.
Estados Unidos, la Unión Europea, Reino Unido y Brasil, que representan un octavo del total de habitantes de La Tierra, registran más de la mitad de los fallecimientos.
Actualmente este diminuto virus afecta Rusia, Ucrania y otras zonas de Europa del Este, especialmente las zonas donde las noticias falsas afectan los esfuerzos de vacunación entre la población.
África es la región menos vacunada del mundo con apenas un 5% de su población estimada en más de 1,300 millones de personas.
El virus afecta más a los ricos
La COVID-19 no solo ha devastado a los países más pobres sino que ha expuesto las debilidades de los sistemas sanitarios de las naciones más ricas, consideradas del primer mundo.
La doctora Wafaa El-Sadr, directora del Centro de Salud Global ICAP de la Universidad de Columbia, explicó que los países con más recursos han sido más golpeados por la COVID-19.
Estos países tienen más esperanzas de vida y tienen una población con altas concentraciones de adultos mayores que son muy vulnerables al virus; mientras que las naciones más pobres suelen tener más jóvenes, niños y adolescentes que tienen menos probabilidades de enfermar gravemente, añadió la experta.