Un tribunal del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Zaragoza, ya dictó auto de prisión para el español Rubén Calvo Ropero, de 31 años, quien el domingo 23 de mayo mató a la nicaragüense Katia Carolina Altamirano Blandón, de 35 años, y luego intentó suicidarse, lanzándose de un quinto piso.
Calvo Ropero aún se encuentra delicado en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital Miguel Servet de Zaragoza, pero el tribunal del juzgado de violencia ordenó que cuando le den de alta del hospital vaya a prisión y sea llevado a declarar ante el judicial.
La orden de prisión no fue aceptada por la defensa del español, bajo el alegato de que su cliente padece de esquizofrenia y que esa situación ya le había sido advertida a la víctima por el padre de Rubén Calvo.
El día del crimen, una vecina dio la alerta a la policía al escuchar los gritos de auxilio de la víctima.
Cuando la policía española llegó al lugar observaron que Rubén Calvo se asomaba por la ventana de un quinto piso con la intención de lanzarse, lo que al final realizó cayendo sobre una furgoneta.
Al entrar a la habitación la policía encontró a la chinandegana Katia Carolina Altamirano Blandón, muerta con múltiples heridas de cuchillo, varias de estas en las manos, lo que indica que trató de defenderse.
De acuerdo a los forenses de Zaragoza, la pinolera murió por un shock hemorrágico, provocado por las múltiples heridas.
Aunque el ayuntamiento de Zaragoza se comprometió a costear los gastos de la repatriación del cuerpo de la víctima, esto no podrá ser, ya que solo el juez puede autorizarlo debido a que el cadáver es evidencia y mientras no haya sentencia firme debe mantenerse en custodia en el Instituto de Medicina Legal de la localidad.