La comunidad latina se reunió este miércoles en una funeraria de la ciudad de Cáceres, España, para dar el último adiós al nicaragüense Jonathan Eduardo Espinoza Castellano, de 25 años, quien fue asesinado el pasado domingo.

La noticia del homicidio del joven conocido cariñosamente como “Pirlo”, conmovió la ciudad y generó indignación entre los familiares y amigos.
Entre los asistentes se encontraba la madre de la víctima, Marisol Castellano, quien viajó desde Nicaragua para acompañar el féretro de su hijo, mientras un párroco dirigía un responso en su memoria.
Luego de la ceremonia luctuosa, el cuerpo de “Pirlo” fue incinerado, un proceso que fue asumido por el Ayuntamiento de la ciudad de Cáceres.
Se espera que las cenizas sean trasladadas a Nicaragua, donde se le rendirá un homenaje póstumo.
La comunidad latina en España ha clamado por justicia, exigiendo que el crimen no quede impune.
El presunto responsable del homicidio, un joven de la misma edad que la víctima, se encuentra en prisión provisional.