Sergio Olivares López, de 33 años, participará de manera virtual en el juicio que se realizará en su contra por quitarle la vida a la contadora Anielka Espinoza Mayorquín, de 34 años.

El crimen ocurrió el pasado 15 de octubre, en el barrio Jonathan González, de Managua, cuando Sergio Olivares entró sin permiso a la casa de Anielka y la atacó a puñaladas.
Don Roberto Saravia, tío materno de la víctima, reveló nuevos detalles del hecho que tiene a su familia destrozada.
CELOS Y OBSESIÓN
El tío materno indicó que Sergio Olivares actuó motivado por la obsesión enfermiza que tenía hacia Anielka, con quien tuvo una corta relación hace más de un año.
“Una amiga nos contó que Anielka y Sergio se conocieron hace unos dos años en una escuela de inglés, tuvieron una corta relación pero ella lo dejó porque él era muy posesivo”, dijo don Roberto a Tu Nueva Radio YA.
A esto se suman los celos que el homicida tenía hacia un exnovio de Anielka.
El tío materno indicó que Anielka rechazaba a Sergio, sin embargo, mantenía una bonita amistad con un exnovio, con quien salía sin ningún compromiso a distintas partes.
ROBO DE CELULAR Y CÁMARA DE SEGURIDAD
El familiar de la ahora occisa indicó que en su declaración, Sergio Olivares confesó que robó el celular y una cámara de seguridad de la víctima, sin embargo, adujo que ambos equipos los quebró y tiró en la calle.
En su confesión también reveló que el dispositivo “Alexa” que Anielka tenía en su casa, lo metió en el tanque del inodoro y el “router” del internet lo metió en el freezer de la refrigeradora, donde fueron encontrados.
SIMULÓ UN ROBO
En la revisión minuciosa de la grabación de la cámara de seguridad instalada frente a la vivienda de Anielka, se descubrió que Sergio Olivares llegó en dos momentos a la casa de la víctima.
La primera fue a eso de las 8 de la noche del miércoles, cuando sin ninguna autorización, el homicida ingresó a la sala, discutió con la víctima, apagó las luces y luego le quitó la vida en la entrada de su cuarto.
Salió del inmueble a eso de las 9 de la noche y huyó en un carro de transporte privado que pidió por celular, y luego regresó con una mochila a la casa de su víctima a eso de las 9:45 de la noche, pero solo dilató 20 minutos.
SE ENTREGÓ A LA POLICÍA
El mediodía del jueves se trasladó a una estación policial y viendo a los oficiales les dijo: “vengo a entregarme, maté a mi novia… el cuerpo está en su casa” y acto seguido lo esposaron e iniciaron las investigaciones del caso.
Anielka Espinoza Mayorquín fue sepultada la mañana del sábado, en el cementerio Puertas del Cielo, en el barrio Milagro de Dios, en Managua.