Joaquín Guzmán López, uno de los hijos de “El Chapo” Guzmán fue capturado por las autoridades estadounidenses en la frontera con México cuando se encontraba junto al legendario líder del Cártel de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada.
Guzmán López, de 38 años, es parte de los Los Chapitos, una de las ramas del Cártel de Sinaloa encabezada por los hijos de “El Chapo”, cofundador y exjefe de ese grupo criminal considerado por EE.UU. una de las organizaciones de narcotráfico más violentas y poderosas del mundo.
El fiscal general estadounidense Merrick Garland, informó que “El Mayo” y Guzmán López «enfrentan múltiples cargos en EE.UU. por liderar las operaciones criminales del cártel, incluidas sus letales redes de fabricación y tráfico de fentanilo».
Conocido por su bajo perfil, Guzmán López, por quien Washington ofreció cinco millones de dólares a quien proporcione información valiosa para su captura, escaló junto a sus hermanos en la organización tras la detención en 2016 y extradición de “El Chapo” al país norteamericano, donde cumple cadena perpetua.
El Departamento de Estado afirmó que tanto él como su hermano Ovidio ‘El Ratón’, extraditado a EE.UU. en 2023, ejercían funciones de alto nivel y de control en el cártel, en el que comenzaron a implicarse después de la muerte a balazos de otro de sus hermanos, Édgar, a modo de venganza de una banda rival.
«Después de la muerte de Édgar, Joaquín y Ovidio heredaron una gran parte de las ganancias de los narcóticos y comenzaron a invertir grandes cantidades de dinero en la compra de marihuana en México y cocaína en Colombia», indica el texto.